Material de Servicio de la Oficina de Servicios Generales
LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
-
Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se
habían vuelto ingobernables.
-
Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría
devolvernos el sano juicio.
-
Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios,
como nosotros lo concebimos.
-
Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
-
Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la
naturaleza exacta de nuestros defectos.
-
Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de
nuestros defectos.
-
Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
-
Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido
y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
-
Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado,
excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
-
Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos
equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
-
Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto
consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente
que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la
fortaleza para cumplirla.
-
Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos,
tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos
principios en todos nuestros asuntos.
Copyright 1952, 1953, 1981 por Alcoholics Anonymous Publishing, Inc.
(ahora conocido como Alcoholics Anonymous World Services, Inc.)
Todos los derechos reservados.
Doce Tradiciones
- Nuestro bienestar común debiera tener la preferencia; el progreso individual del mayor número depende de la unión.
- Existe sólo una autoridad fundamental para regir los propósitos del grupo: un Dios bondadoso que se manifiesta en la conciencia de cada grupo. Nuestros dirigentes son tan sólo fieles servidores, y no gobiernan.
- Cuando los familiares de los alcohólicos se reúnen para prestarse mutua ayuda, pueden llamarse un Grupo de Familia Al-Anon, siempre que, como grupo, no tenga otra afiliación. El único requisito para ser miembro es tener un pariente o amigo con un problema de alcoholismo.
- Cada grupo debiera ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a Al‑Anon, o AA en su totalidad.
- Cada Grupo de Familia Al-Anon persigue un solo propósito: prestar ayuda a los familiares de los alcohólicos. Logramos esto, practicando los Doce Pasos de AA nosotros mismos, comprendiendo y estimulando a nuestros propios familiares aquejados por el alcoholismo, y dando la bienvenida y brindando alivio a los familiares de los alcohólicos.
- Nuestros grupos de familia jamás debieran apoyar, financiar, ni prestar su nombre a ninguna empresa extraña, para evitar que problemas de dinero, propiedad o prestigio nos desvíen de nuestro objetivo espiritual que es el primordial. Aun siendo una entidad separada, deberíamos cooperar siempre con Alcohólicos Anónimos.
- Cada grupo ha de ser económicamente autosuficiente y, por lo tanto, debe rehusar contribuciones externas.
- Las actividades prescritas por el Duodécimo Paso en Al-Anon nunca debieran tener carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden contratar empleados especializados.
- Nuestros grupos, como tales, nunca debieran organizarse, pero pueden crear centros de servicios o comisiones directamente responsables ante las personas a quienes sirven.
- Los Grupos de Familia Al-Anon no deben emitir opiniones acerca de asuntos ajenos a sus actividades. Por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
- Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción. Necesitamos mantener siempre el anonimato personal en la prensa, radio, el cine y la televisión. Debemos proteger con gran esmero el anonimato de todos los miembros de AA.
- El anonimato es la base espiritual de nuestras Tradiciones y siempre nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personas.
© Las Doce Tradiciones de Al-Anon, copyright 1996 por Al-Anon Family Group Headquarters, Inc. Reimpreso con el permiso de Al-Anon Family Group Headquarters, Inc.
Material de Servicio de la Oficina de Servicios Generales
LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
-
Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se
habían vuelto ingobernables.
-
Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría
devolvernos el sano juicio.
-
Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios,
como nosotros lo concebimos.
-
Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
-
Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la
naturaleza exacta de nuestros defectos.
-
Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de
nuestros defectos.
-
Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
-
Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido
y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
-
Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado,
excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
-
Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos
equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
-
Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto
consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente
que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la
fortaleza para cumplirla.
-
Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos,
tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos
principios en todos nuestros asuntos.
Copyright 1952, 1953, 1981 por Alcoholics Anonymous Publishing, Inc. (ahora conocido como Alcoholics Anonymous World Services, Inc.) Todos los derechos reservados.
Doce Tradiciones
- Nuestro bienestar común debiera tener la preferencia; el progreso individual del mayor número depende de la unión.
- Existe sólo una autoridad fundamental para regir los propósitos del grupo: un Dios bondadoso que se manifiesta en la conciencia de cada grupo. Nuestros dirigentes son tan sólo fieles servidores, y no gobiernan.
- Cuando los familiares de los alcohólicos se reúnen para prestarse mutua ayuda, pueden llamarse un Grupo de Familia Al-Anon, siempre que, como grupo, no tenga otra afiliación. El único requisito para ser miembro es tener un pariente o amigo con un problema de alcoholismo.
- Cada grupo debiera ser autónomo, excepto en asuntos que afecten a otros grupos o a Al‑Anon, o AA en su totalidad.
- Cada Grupo de Familia Al-Anon persigue un solo propósito: prestar ayuda a los familiares de los alcohólicos. Logramos esto, practicando los Doce Pasos de AA nosotros mismos, comprendiendo y estimulando a nuestros propios familiares aquejados por el alcoholismo, y dando la bienvenida y brindando alivio a los familiares de los alcohólicos.
- Nuestros grupos de familia jamás debieran apoyar, financiar, ni prestar su nombre a ninguna empresa extraña, para evitar que problemas de dinero, propiedad o prestigio nos desvíen de nuestro objetivo espiritual que es el primordial. Aun siendo una entidad separada, deberíamos cooperar siempre con Alcohólicos Anónimos.
- Cada grupo ha de ser económicamente autosuficiente y, por lo tanto, debe rehusar contribuciones externas.
- Las actividades prescritas por el Duodécimo Paso en Al-Anon nunca debieran tener carácter profesional, pero nuestros centros de servicio pueden contratar empleados especializados.
- Nuestros grupos, como tales, nunca debieran organizarse, pero pueden crear centros de servicios o comisiones directamente responsables ante las personas a quienes sirven.
- Los Grupos de Familia Al-Anon no deben emitir opiniones acerca de asuntos ajenos a sus actividades. Por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
- Nuestra política de relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción. Necesitamos mantener siempre el anonimato personal en la prensa, radio, el cine y la televisión. Debemos proteger con gran esmero el anonimato de todos los miembros de AA.
- El anonimato es la base espiritual de nuestras Tradiciones y siempre nos recuerda que debemos anteponer los principios a las personas.
© Las Doce Tradiciones de Al-Anon, copyright 1996 por Al-Anon Family Group Headquarters, Inc. Reimpreso con el permiso de Al-Anon Family Group Headquarters, Inc.